Extraordinaria e interesante observación gracias a la estación Meteorológica en la reserva Karen Mogensen, Costa Rica.
La estación meteorológica ubicada en la Estación Biológica y Meteoclimática «Italia Costa Rica» registró, a las 7:45 hora local (13:45 UTC) del 15 de enero de 2022, una variación anómala de la presión atmosférica debido a la propagación del impacto de las olas de la explosión del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha’apa, a 65 km de la capital de las Islas Tonga.
La erupción ocurrió a las 4:10 UTC, correspondientes a las 22:10 del 14 de enero de 2022 en Costa Rica. La onda de presión que se generó luego tardó 9:45 horas en llegar a Costa Rica. La distancia de Tonga de Costa Rica es de unos 11000 kilómetros La velocidad de propagación estimada es por tanto de 313 m/s, igual a 1128 km/h.
La onda de presión literalmente dio la vuelta al mundo, como descubrió el Observatorio Geofísico de la Universidad de Módena y Reggio Emilia, en Módena hubo una primera onda de presión atmosférica proveniente del norte a las 21 italianas (20 UTC), luego una segunda a las 22 :00 (21:00 UTC) desde el este y una tercera a las 22:30 (21:30 UTC), esta presumiblemente con dirección oeste, por lo tanto, la misma observada en Costa Rica.
Desde Costa Rica, la onda de presión tardó unas 8 horas en llegar a Italia, viajando más rápido que un avión comercial que tarda entre 10 y 11 horas en la ruta de Costa Rica a Europa!
Los datos aquí indicados son provisionales y para ser revisados y validados, lo que ahora queremos enfatizar es la importancia de tener un punto de observación meteorológica que pueda así proporcionar datos muy interesantes no solo para la investigación biológica y naturalista de la Estación Biológica y Meteoclimática “Italia Costa Rica”, sino también para observar fenómenos naturales de este tipo.
Cabe recordar que los terremotos, erupciones, volcanes y tsunamis no solo han moldeado la geología del planeta, sino que también afectan la atmósfera y por supuesto la biodiversidad. En el planeta Tierra, de hecho, todo está conectado, y es impresionante cómo un fenómeno lejano ha tenido repercusiones, aunque no directas y afortunadamente sin daños, observables a una distancia tan grande de las Islas Tonga incluso aquí en la Estación de Reserva Karen Mogensen.