En los últimos días, el pluviómetro colocado en la Estación Biológica y Meteoclimática Italia Costa Rica ha registrado lluvias verdaderamente torrenciales. Estamos en la temporada de lluvias, y junio tiene una precipitación promedio de alrededor de 405 mm, por lo que las abundantes lluvias no sorprenden en sí mismas, pero ciertamente los primeros 8 días del mes fueron definitivamente húmedos.
Del 1 al 8 de junio, nuestra estación meteorológica registró 276,4 mm de lluvia, con precipitaciones registradas todos los días. En consecuencia, las temperaturas no fueron particularmente altas, solo un día vimos apenas por encima de los 30 °C, el 5 con Tmax 30,1 °C.
Desde el punto de vista meteorológico, esta situación se vio favorecida por la presencia a lo largo de Costa Rica y la península de Nicoya de la ITCZ, la zona de interconvergencia tropical, con el tránsito de diversas ondas tropicales.
Cabe señalar también la presencia simultánea de una fase de La Niña de intensidad moderada. La Niña también se llama a veces El Viejo, anti-El Niño o simplemente «fase fría de El Niño». La Niña tiene el efecto opuesto de El Niño. Durante los eventos de La Niña, los vientos alisios son aún más fuertes de lo habitual, empujando más agua cálida hacia el Océano Pacífico hacia Asia. En Costa Rica, en cambio, suele traer lluvias más abundantes, sobre todo en el sector Pacífico.
En los pocos años de mediciones que tenemos disponibles, ya observamos claramente una excelente correlación entre nuestros datos y el índice ONI proporcionado por la NOAA (un índice basado en la temperatura del mar en el Océano Pacífico, cuando negativo indica la presencia de La Niña, si es positivo de El Niño), ver diagrama adjunto.
El bosque se beneficia de las lluvias!
Sin embargo, el bosque se ha beneficiado de estas abundantes lluvias, hay una explosión de verde, las ramas muestran hojas nuevas y el suelo está repleto de nuevas plántulas nacidas de las semillas de incluso las especies de árboles más preciosas y raras. Aprovechamos para recoger las plántulas brotadas en el camino o en lugares donde no pudieron crecer y las llevamos a nuestro vivero.
Se utilizarán para continuar con la reforestación que ya comenzamos a hacer en los últimos días con un grupo de estudiantes y voluntarios en el recién adquirido sector Paraíso, terreno también comprado con los fondos recaudados por FpS. Más de trescientas plántulas cultivadas en el vivero fueron plantadas en una hermosa iniciativa durante el Día Mundial del Medio Ambiente que sirvió para involucrar y concienciar a los jóvenes locales sobre la importancia de conservar sus bosques.
Incluso los riachuelos que estaban casi secos vuelven a reventar y la hermosa cascada Velo de Novia también lo ha aprovechado, que ahora se muestra en toda su majestuosidad.
Última nota, no menos interesante también por el aspecto científico naturalista, está en plena floración el arbolillo arbustivo de Cafecillo (Erythrochiton gymnanthus), una especie endémica de Costa Rica presente sólo en la Reserva Karen así como en el Parque Nacional Carara. Es una planta rara casi desconocida por sus características biológicas y ecológicas que estamos estudiando en la Estación Bioclimática.